La música convive y forma parte de la propia condición de vida del ser humano, guardando interrelaciones en muchos de sus parámetros. Es por ello por lo que un niño no puede pensar en música como algo que hacen los mayores, como algo de lo que no se sientan activos partícipes. Un niño desde su nacimiento es y hace música en algunos de los elementos más primarios: la voz, el oído, el movimiento de su cuerpo.
Considerando algunas de las razones por las que un niño debe educarse musicalmente podríamos hablar de:
- Un activo desarrollo psicomotriz, explícitamente necesario para adquirir habilidades manuales y corporales en la vida así como tocar un instrumento musical en el futuro.
- Competencia en idiomas, por el simple hecho de que la música es pura comunicación intuitiva por medio de bailes y canciones.
- Pensamiento lógico, teniendo que seguir patrones establecidos y relaciones abstractas.
- Sensibilidad artística, desarrollando la creatividad a través de la experimentación.
- Empatía, al fomentarse el trabajo en grupo en el que un buen resultado depende de todos.
- Educación en valores, basándose en el respeto y la convivencia amistosa.
- Autoestima, los alumnos aprenden que sus objetivos se pueden cumplir si se esfuerzan.
- Conocimiento cultural, descubriendo las múltiples fórmulas de creación de música así como la gran cantidad de instrumentos musicales que pueden tocar en un futuro cercano.
Este proyecto sigue vivo porque los padres de cada uno de estos niños han tenido la capacidad de valorar una educación completa e íntegra en sus hijos. En esta misma vía de desarrollo educacional seguiremos buscando las fórmulas más didácticas y efectivas tanto para nuestros alumnos como para los más pequeños, nuevos acercamientos hacia la música.
Julio Roldán
0 comentarios:
Publicar un comentario